Siempre hay un amanecer

Las lágrimas resbalan por tu mejilla

como si un hilo sostuviera tus lamentos

Tu voz que susurra palabras

va a sollozar en la arena de colores

y el viento que sopla en tus oídos

apagará el sonido de las hojas secas

Duerme sin despertar tu alma

en la noche transparente y azul

No dejes que la culpa que repta en tu piel

encuentre abrigo en tus sueños frágiles

Inocula el perdón en tu sangre

para dejar huir los rencores

Trata de deslizar tu tormento

a los precipicios donde dormita el olvido

No permitas que el insomnio impertinente

cubra el iris de tus ojos en vigilia

Enreda tu sonrisa entre las flores frescas

y envuelve tu sueño entre tus dedos

absorbiendo el aroma de tu felicidad

Puedes dormir soñando conmigo

después del silencio de mi beso

Yo recogeré el rocío de tu mañana

cuando abras tus ojos purificados

Un sol brillante traerá la aurora

alumbrando la belleza de tu corazón

amanecer

33 comentarios sobre “Siempre hay un amanecer

  1. Manuel, sinceramente me ha encantado este poema. Tiene una sensibilidad exquisita, es dulce al corazón, y transmite emociones muy especiales y muy hermosas.
    Tienes una bella cualidad.
    Sabes llegar al corazon.
    Te felicito, y me ha encantado leerte.
    Un saludo y gracias.

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